jueves, 11 de agosto de 2011

Género Dramático (IIºs Medios)


Aspectos Formales del Género Dramático               (Estructura externa)
Acto
Es una unidad temporal y narrativa, que está marcado por la subida y bajada el telón.
Cuadro
 Parte del texto que está marcada por el cambio total o parcial del decorado o escenografía.
Escena
Parte de la obra que viene determinada por la entrada o salida de los actores. Cada vez que cambia el número de actores en escena, cambia la escena.
Aspectos Formales del Género Dramático                  (Formas de expresión)
Diálogo
Es la conversación entre dos personajes.

Monólogo
Es el modo de expresarse cuando un solo personaje está hablando. Se llama también soliloquio.
Aparte
Es la forma de hablar de uno o varios personajes que utilizan cuando dicen algo sobre la obra, y los demás personajes fingen no enterarse.
Acotaciones
Aporta información para la representación teatral. Ésta puede ser:
   • Sobre la acción:
     —  Datos e indicaciones sobre el lugar en el que se desarrolla la acción (decorados, época, mobiliario, etcétera.)
     —  Iluminación, con la que se expresan la hora del día, un espacio concreto, etcétera.
     —  Sonidos, para indicar o provocar diversos efectos.
   • Sobre los personajes: vestuario, movimientos, gestos, tono de voz, intencionalidad expresiva, etcétera. 


Formas del Género Dramático
La Tragedia


Imagen de la obra Hamlet, de William Shakespeare
Surge en Grecia, como una forma perfeccionada o derivada del ditirambo, himno en honor de Dionisios. Su origen es, por lo tanto, religioso. Representa un episodio fatal de la vida y sus temas son siempre serios, de gran relevancia espiritual y moral. Los protagonistas representan seres nobles, con valores dignos de imitar, que se ven enfrentados a un destino adverso e inexorable.
Los espectadores de la tragedia se compadecen del destino del personaje, que inútilmente lucha contra una voluntad superior. Tal conmiseración va en aumento, hasta el punto que el espectador sufre con el protagonista. El sufrimiento es exteriorizado a modo de liberación o purificación interior. Esta elevación del alma, a partir del terror, la piedad y la compasión era conocida por los griegos como catarsis.

Autores trágicos más grandes de la historia: Sófocles (Edipo Rey, Antígona), Esquilo (Prometeo Encadenado, La Orestíada) y Eurípides (Las Troyanas, Medea).
La Comedia

Imagen de la obra El avaro, de Molière
Aristóteles explica la procedencia del nombre comedia del canto de un cortejo. En procesión durante las fiestas dionisíacas, los que dirigían las comparsas intercambiaban chistes, risas con los miembros del cortejo y los espectadores. De esta costumbre, la comedia asumió la representación burlesca de personajes, acontecimientos e instituciones de la época, incorporando siempre la risa.
A diferencia de la tragedia, la comedia no representa seres de una talla moral superior, sino seres comunes, a veces, incluso, vulgares, que padecen vicios y realizan acciones poco decorosas. Estos personajes y las situaciones jocosas y hasta ridículas mueven a la risa al espectador. Sin embargo, esta risa conlleva una reflexión sobre los conflictos y vicios expuestos. El público advierte que aquello que le genera risa es reconocible en la propia realidad.

Comediantes griegos son: Aristófanes y Menandro. En el siglo XVII, se destaca el francés Molière, que retrató satíricamente a la sociedad de su época. Entre sus obras destacan: El avaro, Tartufo, El médico a palos y El Burgués Gentilhombre.
La Tragicomedia o Drama


Imagen de la obra La niña en la palomera, de Fernando Cuadra
Su nombre ya nos sitúa en una forma cuya característica esencial es mostrar, de la manera más realista posible, las circunstancias trágicas y cómicas que conforman la vida. Los personajes ya no representan arquetipos, tampoco son seres completamente buenos, ni completamente malos, sino seres que responden al patrón humano, con defectos y virtudes, aciertos y desaciertos. A diferencia de la tragedia, el hombre no se enfrenta a designios ni voluntades superiores, contra los cuales luchar es inútil. Tampoco los problemas se solucionarán, como en la comedia, con un desenlace que acomoda a todas las partes. En el drama, el hombre es dueño de su destino y los conflictos presentados se derivan del vivir mismo del hombre y sus circunstancias. Por lo tanto, los conflictos pueden ser de distinto orden: personal, social, moral, existencia, entre otros.